LOS
VENCEDORES
Durante la historia Bíblica, vemos claramente en las Sagradas Escrituras, que Dios en cada dispensación a levantado un cuerpo de Vencedores, hombres y mujeres consagrados al Señor, totalmente obedientes a su Divina Voluntad, que anhelaron ser barro en las manos del Alfarero, muriendo verdaderamente a su Yo, y llenos del Espíritu Santo, nos dieron ejemplo, manifestando al Señor Jesús en sus vidas, hasta el punto que muchos murieron, mártires, por proclamar el verdadero Evangelio del Reino. Como decía el Apóstol Pablo “Ya no vivo yo, mas Cristo vive en mi”. Pablo también dijo: “Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 2 de Corintios 4:11.
La Palabra de Dios, escrita en la Biblia por sus siervos iluminados por el Espíritu, nos dice: “La creación entera espera con anhelo la manifestación dé los hijos de Dios” Romanos 8:19
Estos hombres y mujeres fueron llamados, elegidos y hallados fieles, según la presciencia de Dios, desde antes de la fundación del mundo, para cumplir una misión divina en la tierra.
Ellos caminaron en obediencia absoluta al Señor, dando testimonio de Jesús el Cristo, manifestado, en el Espíritu de la Profecía, hombres y mujeres que expusieron sus vidas por el Sagrado Nombre del Señor Jesús el Cristo.
La Biblia contiene verdades fascinantes sobre el futuro de la verdadera Iglesia de Dios, la novia, limpia, pura sin manchas ni arrugas, el hijo varón colectivo manifestándose en los descendientes de la mujer vestida del sol, que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo, que es el Espíritu de la Profecía, sus verdaderos Vencedores, Apocalipsis 12:17. En esta época final, el Señor esta restaurando su verdadera Iglesia por medio del Espíritu, manifestándose en sus vencedores, sus verdaderos guerreros, quienes nos darán ejemplo de vida, porque Jesús vive dentro de nosotros.
De hecho las profecías sobre los Vencedores están íntimamente relacionadas con los cuatro eventos mas estremecedores de la escatología Bíblica – La Tribulación, El regreso del Cristo a la tierra, El Reino Milenial y La Nueva Jerusalén, descendiendo del cielo.
Dios quiere que la determinación profunda de nuestros corazones sea, ser barro en las manos del Alfarero, anhelando ser moldeados de acuerdo a su propósito en nuestras vidas.
Pidámosle a Dios en oración profunda que levante su Ejército de Vencedores para combatir y destruir el Ejercito de las Tinieblas que gobiernan este mundo.
El Apóstol Pablo decía: “Orad sin cesar”. También el Apóstol dijo:”Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse Romanos 8:18-19.
Si, compañeros de Milicia que “La vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal” 2 de Corintios 4:11.
Ahora, los Vencedores de Dios son aquellos a quienes el Señor Jesús ha confiado los tesoros de su Sabiduría y de su Conocimiento, su Luz Divina, para la instrucción y la madurez del pueblo de Dios, y así capacitar a sus miembros con el fin que sigan el verdadero Camino del Señor, que sin duda alguna es el Camino de la Cruz.
Los verdaderos Vencedores son aquellos que anhelan la Santidad del Señor y sacan de sus tesoros cosas nuevas y viejas, cosas que Dios les ha dado y revelado por su Espíritu. Ellos no han sido enviados por El para descifrar las Filosofías Humanísticas, o los secretos y misterios del ocultismo. Ellos han sido elegidos para revelar los secretos de Dios a su pueblo, secretos que nadie puede recibir o enseñar, a menos que este iluminado por el Espíritu Santo.
La verdadera autoridad de los Vencedores no proviene de la autoridad del Ministerio que ellos tengan; proviene más bien de una verdadera y amorosa relación de obediencia absoluta y total al Padre Celestial y a su hijo Jesús el Cristo. Si esta relación no existe, la autoridad será autoritaria por naturaleza, antes que un liderazgo de amor y verdad que lleve a la disciplina y al orden de la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús, gravadas en nuestros corazones, Romanos 8:2 y así, de esa manera será una expresión amorosa y significativa en la Casa de Dios.
Pasamos a presentar unos breves análisis de la vida de cinco vencedores en las Sagradas Escrituras, José, Moisés, Elías, Juan el Bautista y Pablo
José, sin duda alguna es un Vencedor y fue escogido por Dios desde antes que estuviera en el vientre de su madre Raquel. Desde muy joven conoció la tragedia familiar, que es la mas difícil de sobrellevar. Sus hermanos lo aborrecían, por causa de sus sueños proféticos, y además el Padre lo reprendió, a pesar de ser su consentido. Pero el estaba en la diestra poderosa del Señor, donde El, tiene las 7 estrellas, sus Vencedores, por esa razón el pudo soportar su tragedia familiar.
Después fue vendido por sus hermanos a un grupo de Ismaelitas que viajaban a Egipto, termina trabajando para Putifar Capitán de la guardia del Faraón. En ese tiempo paso una prueba que solo pueden pasarla aquellos que están llenos del Espíritu de Dios, rechazar las insinuaciones sexuales de la esposa de su amo, fue fiel a su Dios. Sin embargo termino en la cárcel, donde el Señor lo siguió protegiendo, y allí volvió a recibir la revelación profética a través de los sueños, y esto le abrió las puertas para convertirse en la segunda persona después del Faraón en el Reino de Egipto. Todo este camino tan difícil era tipo y sombra del camino de la Cruz que tenemos que seguir los que hemos sido llamados y elegidos a ser sus Vencedores, pero tenemos que ser fieles a El, hasta el final de nuestras vidas.
Moisés, tremenda historia, que todos conocemos, adoptado por la hija del Faraón, educado para ser Rey en la corte Egipcia, tenia todo en bandeja de plata, pero no podía ser feliz, porque su Espíritu buscaba la verdad, y por eso decidió seguir el Camino de la Cruz.
Por defender a uno de su raza mata a un egipcio y pierde todo su poder terrenal, llegando al punto 0 huye por el desierto y llega a Madian y allí se casa con Sefora, hija de Jetro un Sacerdote de Madian.
Cuando esta en el punto mas bajo de su vida tiene un encuentro personal con Dios, donde le habla y le da instrucciones claras, precisas y concretas para liberar el pueblo Judío que se encontraba esclavizado por el Faraón.
Moisés también tiene terribles conflictos familiares, criticado por Aarón y Maria sus hermanos, por causa de la mujer Cusita que había tomado, la ira del Señor se encendió contra ellos, y Maria quedo leprosa como la nieve.
Moisés era un escogido de Dios para recibir las tablas de la Ley y para libertar a su pueblo de la esclavitud, siempre fiel y obediente al Señor, aunque alguna vez fallo, como todos los seres humanos. Siempre exhorto al pueblo de Israel a ser obediente al Señor. Estaba predestinado para cumplir esa misión y con la ayuda del Espíritu logro ser un Vencedor.
Elías, profeta de Dios, escucha la voz del Señor y le obedece hasta el final de su vida. El era como nosotros un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, pero era un elegido de Dios desde antes de la fundación del mundo, un instrumento en la diestra poderosa de Dios, predestinado para manifestar el poder de Dios, fuego consumidor, que también se manifestara en esta época final que estamos viviendo, este fuego terrible y poderoso se manifestara muy pronto en sus Vencedores, Miembros del Ejercito de Dios, la Compañía de Elías y Moisés, sus guerreros, la Compañía del Hijo Varón, sus verdaderos testigos. Tengamos siempre presente que Elías estaba en todo momento en la Sagrada presencia de “YO SOY, EL QUE SOY” Dios de Israel.
Los Vencedores que el Señor esta levantando en Colombia y en el mundo entero escucharan la voz de Dios y obedecerán sus Ordenes Divinas, a través del Espíritu. Si, Dios hablara a través de sus verdaderos Testigos, los descendientes de la Mujer vestida del sol, que son los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo que es el Espíritu de la Profecía; Apocalipsis 19:10. Ellos, sacerdotes de Dios, Guerreros de Dios, andarán en vestiduras blancas, que significan pureza y santidad y los hombres a su alrededor verán la Gloria del Señor manifestarse, a medida que transitan el camino de la Cruz.
Elías como todos los hombres tuvo momentos de desesperación cuando estaba en el desierto camino a Horeb, deseando morir dijo: “Basta ya, OH Señor, quitame la vida no soy yo mejor que mis padres”. 1 de Reyes 19:4.
La fortaleza del Señor se manifestó en su debilidad, Elías experimento lo que es llegar al punto 0. No somos nada. Nuestro amado Maestro es nuestra fuerza, El es nuestra roca, y que sea El quien nos santifique con su presencia, su Espíritu en nosotros.
Juan el Bautista escogido por Dios aun desde antes que estuviera en el vientre de su madre Elizabeth y lleno del Espíritu Santo, estaba predestinado para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. Juan camino en el Espíritu y el poder de Elías. La oración de Zacarías fue escuchada por Dios, el mismo Ángel Gabriel le puso el nombre de Juan. La Revelación de Dios es tan estremecedora que Zacarías dudo y por eso quedo mudo.
Isaías había profetizado el Ministerio de Juan el Bautista desde siglos atrás dijo: “Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor”. Isaías 40:3
La Palabra, llena del Espíritu de fuego que Juan proclamaba, es la misma palabra que será manifestada por los Vencedores, la Compañía del Hijo Varón, que se manifestara en esta época final que estamos viviendo: “OH generación de víboras, arrepentíos, la gran tribulación esta por comenzar, el regreso de Jesús el Cristo a la tierra esta próximo, es inminente”. Preparémonos en santidad y obediencia absoluta al Señor. Los Pastores asalariados y la clase clerical desaparecerán ante el fuego aterrador del Señor. La doctrina de la prosperidad inventada por los Norte Americanos es demoníaca. ¡Oh almas adulteras ¡ ¿ No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios ¿ Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. El Señor resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo y huirá de vosotros. Santiago 4: 4 – 7.
Juan tenia que seguir el camino de la Cruz, se enfrento a los líderes del sistema, en su época, reprendiendo a Herodes el Tetrarca, término en la cárcel donde después fue decapitado.
El sistema perseguirá a muerte a los Vencedores, no nos quede la menor duda, porque así esta escrito en el plan de Dios, la Biblia.
Juan Bautizo a Jesús y el cielo se abrió y descendió el Espíritu Santo sobre El en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: “Tu eres mi hijo amado; en ti tengo complacencia”. Los caminos de la Revelación Sobrenatural no son fáciles, son sobrecogedores, mas allá de la razón humana. A pesar de que Juan vivió una experiencia sobrenatural al Bautizar al Señor hasta el punto que escucho una voz y vio el Espíritu Santo en forma corporal, una paloma. Un tiempo después cuando estaba preso, quiso confirmar su experiencia, y envía a dos de sus Discípulos a Jesús a preguntarle: “Eres tu el que había de venir, o esperamos a otro? Que difícil es llegar a la certeza absoluta, para algunos, de la Revelación, aquí parece como si Juan estuviera dudando, sin embargo El Señor no lo reprende, el quería una confirmación de parte de Jesús. Las Escrituras nos enseñan, que no creamos a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 1 de Juan 4:1
Jesús manifiesta que Juan es aquel Elías que había de venir. Los Sacerdotes y Levitas le preguntaron a Juan ¿Eres tu Elías ¿El dijo: No soy. Difícil de comprender, que al principio de su Ministerio el no tenia conciencia que se movía en el Espíritu de Elías.
Juan el Bautista siguió el camino de la Cruz, sin duda alguna, era un Vencedor.
El Apóstol Pablo el gran iluminado camino a Damasco, es el ejemplo más grande que tenemos en la Biblia de la transformación del hombre viejo al hombre nuevo, por medio de la intervención DIVINA Y SOBRENATURAL, EN LA VIDA DE UN HOMBRE.
Los verdaderos Vencedores tendrán que pasar por experiencias similares a las del Apóstol Pablo. Serán ILUMINADOS por el Espíritu de Dios.
Pablo era un hombre educado a los pies de Gamaliel, Fariseo de Fariseos, seguidor de la Ley Mosaica, camino a Damasco perseguía a muerte a los Discípulos de Jesús, La Iglesia, para encarcelarlos y castigarlos. Pablo estaba en tinieblas y el Señor derramo su luz Divina sobre el, pasándolo por una experiencia dolorosa, y desestabilizadora, transformándolo, en un Guerrero de Dios, lo envió a proclamar el Evangelio del Reino a los Gentiles.
Pablo en sus oraciones temblando y temeroso decía: “Señor, que quieres que yo haga”? Esa debe ser la oración de los que anhelamos con la ayuda del Espíritu llegar a ser sus Vencedores. Pablo había sido escogido por Dios para seguir el camino de la Cruz.
El Señor le dijo a Ananias sobre Pablo: “Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de Reyes y de los hijos de Israel; porque yo te mostrare cuanto le es necesario padecer por mi nombre” Hechos 9:15
Gloriosa, la experiencia del Apóstol Pablo, iluminado por Dios, sus escritos dominan el Nuevo Testamento, y así, pudo seguir el camino que siguió su Maestro Jesús el Cristo, el único camino verdadero, el camino de la Cruz.
Pablo siempre obedecía las órdenes del Espíritu, no las de Pedro o Santiago o Juan, como todavía enseñan, en sus tinieblas, la Iglesia Católica. La Iglesia original o sea la única Iglesia verdadera, la Iglesia de Dios en Jesucristo, era gobernada y dirigida por el mismo Señor Jesucristo a través de su Espíritu Santo. De esa misma manera el Señor Jesucristo esta restaurando su Iglesia en estos tiempos finales que estamos viviendo, El mismo la esta dirigiendo por medio del verdadero Espíritu, por sus frutos los conoceréis.
Pablo en Antioquia estaba reunido con Profetas y Maestros, Bernabé, Simón, Lucio de Cirine, Mananen, Ministrando estos al Señor y ayunando dijo el Espíritu Santo:”Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Ellos, entonces enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Selucia y de allí navegaron a Chipre, llegaron a Salamina anunciando la Palabra de Dios en las Sinagogas de los Judíos. Y atravesando Frigia y la Provincia de Galicia, les fue prohibido por el Espíritu hablar la Palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se los permitió. Y Dios a través de una visión los envió a Macedonia, para que anunciaran el Evangelio.
Doblemos rodillas ante el Señor y pidámosle que nos Santifique y nos llene de su Espíritu y así podamos decir como decía el Apóstol “Ya no vivo yo, mas Cristo vive en mi” o también “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Solo llenos del Espíritu, podremos llegar a ser miembros de esa compañía de Guerreros, miembros del Ejército de Dios, sus Vencedores. Romanos 12:21 dice: “No seas vencido por lo malo, sino vence con el bien el mal”. Y el bien con que nosotros podemos vencer el mal es obedecer a Dios para que El siempre nos de la victoria sobre el mal. Caín, Balam y Coreé por desobedecer a Dios se dejaron vencer del maligno por eso están muertos dos veces, para los cuales esta reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas, Judas 11: 13.
En Hebreos 11:32-34 vemos como estos hombres de la Fe obedecieron a Dios y el Señor les dio la victoria sobre todos sus enemigos, que también eran hombres, pero nuestra lucha ya no es solamente contra los hombres, sino también contra los Espíritus caídos según Efesios 6:12. Si, nuestra lucha es contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes, gobernadas por las tinieblas de este Siglo.
En Primera de Tesalonicenses 5:15 el Señor nos manda a nosotros que ha nadie le paguemos mal por mal para que podamos vencer el mal haciendo el bien. José recibió males de sus hermanos y el les pago perdonándolos y ayudándoles, fue por eso que José fue un Vencedor, porque el venció el mal haciendo el bien, Génesis 50:15-21.
Las Sagradas Escrituras nos enseñan en Romanos 8:37 “En todas estas cosas somos mas que vencedores por medio de aquel que nos amo…. Nada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro”. Somos Vencedores si permanecemos en El porque el Señor Jesús es el bien con que podemos vencer el mal. Entonces si permanecemos en El podremos vencer el pecado, porque el que en “El permanece no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido, El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que permanece en El no peca, todo aquel que peca, no le ha visto. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. 1 de Juan 3:6-10.
El que venciere heredara todas las cosas, y yo seré su Dios, y el será mi hijo, Apocalipsis 21:7, y si somos vencedores vamos a heredar todas las cosas que Dios nos a prometido y que se encuentran en los Capítulos 2 y 3 del libro del Apocalipsis, también seremos herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con El, para que juntamente con El seamos glorificados, Romanos 8:17. Entonces, compañeros de milicia, sigamos permaneciendo en El, siendo guiados por su Espíritu porque en El somos más que vencedores, anhelemos su presencia en nuestras vidas.
Amados, pidámosle al Padre Celestial en el Sagrado nombre de Jesús, nuestro Maestro en oración profunda que nos arrepintamos y que nos levante con la fuerza y el poder de su Espíritu y así podamos proclamar el Evangelio del Reino, que nos otra cosa que manifestar que el regresó de Jesucristo a la tierra esta próximo. Pero antes tendremos que desenmascarar y combatir ardientemente, el hijo de perdición, el inicuo, el hombre de pecado, cuyo advenimiento es por obra de Satanás, se presentara con gran poder, señales y prodigios mentirosos, pero lo más tremendo de todo es que se presentara disfrazado de cordero, como un Mesías (falso) y engañara al mundo con una falsa paz, 2 de Tesalonicense 2: 1-12-. Pablo nos lo advierte “Y cuando digan Paz y Seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparan”. 2 de Tesalonicenses 5:3.
Nos dirigimos hacia la Batalla Final, el Armagedon, preparémonos en santidad como miembros del victorioso Ejército de Dios comandado por nuestro Rey de Reyes, Jesús el Cristo. La Iglesia de Jesucristo esta predestinada para ser una Iglesia guerrera en los tiempos del fin, equipada con las armas de Dios. Si, que no nos quede la menor duda que Dios esta preparando un Ejercito que combatirá en el Día del Señor para terminar con el imperio del mal, y para librar del opresor al pueblo de Dios, sus Elegidos.
Sus integrantes no serán reclutados por sus conocimientos militares o por sus habilidades políticas, religiosas o por su poder económico, o por saber como involucrarse en los proyectos humanos; sino porque, como los Vencedores en las Sagradas Escrituras, habrán comprendido la locura y la ineficacia de todo eso, y estarán preparados para conocer los secretos bélicos de Dios.
Se les enseñara el arte de la guerra con armas únicamente Espirituales y Celestiales, pero suficientemente “poderosas en el Señor para derribar fortalezas”. El fuego Divino que se manifestó en Elías y Moisés, se manifestara en sus Guerreros, sus verdaderos testigos, sus Vencedores en esta época final que estamos viviendo. EL PROPOSITO DE DIOS ES RESTAURAR SU IGLESIA VERDADERA, LA NOVIA, LIMPIA, PURA, SIN MANCHAS NI ARRUGAS, UNA IGLESIA GLORIOSA Y SANTA. Efesios 5: 27
Démosle gracias al Señor Jesús nuestro Salvador, todos los días en oración sincera y profunda por el maravilloso don de la Fe, que nos regalo, no porque lo merecíamos, sino por su infinita misericordia, a El sea toda la Gloria, la Alabanza, el Poder, las Riquezas, la Sabiduría, la Fortaleza, la Honra, por los siglos de los siglos.
Es bueno que entendamos y quede bien claro que el único y verdadero Vencedor es Jesús el Cristo QUIEN POR AMOR, DIO SU VIDA POR NOSOTROS, SUS ELEGIDOS DESDE ANTES DE LA FUNDACION DEL MUNDO. Jesús dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16-33. “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”. Apocalipsis 12:11.
Las promesas a los Vencedores son para nosotros, miembros de la Iglesia de Dios en Jesucristo, que primero que todo es ESPIRITUAL apropiémonos de ellas. “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”
Estas promesas son algo muy serio, comprendámoslas en el Espíritu.
OH, anhelemos, si es la voluntad del Señor, estar en su diestra poderosa, donde El, tiene sus siete estrellas, sus Ángeles mensajeros, y así llenos del Espíritu, llegaremos a ser sus verdaderos Vencedores, Guerreros de Dios, preparados para la Batalla Final, que se avecina; vamos rumbo hacia el Armagedon:
“Al que venciere, le daré de comer del árbol de la vida
El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
Al que venciere, daré a comer el mana escondido.
Al que venciere, le daré la estrella de la mañana.
El que venciere, será vestido de vestiduras blancas.
Al que venciere, yo le haré columna en el Templo de mi Dios.
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono”
Apocalipsis 2-3.
Oremos para que Dios manifieste su Gloria entre nosotros con tal despliegue de poderío, que tengamos la fortaleza y el valor para denunciar al mundo de su pecado; eso deberíamos estar haciendo para salir de la mediocridad en que vive la Iglesia, que comercializa la Palabra de Dios, para crear Ministerios de Hombres, que no, nos dan ejemplo de vida
Presentemos nuestros cuerpos como un sacrificio vivo a los pies del Señor Jesús, para que sea el mismo con su diestra poderosa, quien presente el holocausto, ante el Trono de la Gracia y de la Misericordia y así, consumidos en su Fuego Divino, El, cambie verdaderamente nuestros corazones, soberbios, duros y egoístas, en corazones llenos del fruto del Espíritu Santo, convirtiéndonos en sus verdaderos, Testigos, Vencedores, y de esa manera podamos expresarlo a El, el hijo varón, que se esta formando en nosotros, y que es la razón de ser de nuestra existencia. Santo, Santo, Santo, es El Señor, Dios todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.A El sea toda la honra, la gloria y el poder. AMEN.
MARANATA.
Arcturo de Jesús